La Hermandad de la Humildad ha retirado del culto a su titular el Santísimo Cristo de la Humildad para unos trabajos de conservación de la imagen.
La retirada se realizó el pasado martes 26 de enero y la intervención en la imagen será efectuada por el imaginero D. Ventura Gómez. La misma durará de tres a cuatro semanas, de forma que el día 26 de febrero el Señor de la Humildad esté de nuevo en la parroquia para el inicio de su Triduo anual.
Comunicado oficial de la Junta de Gobierno.
viernes, 29 de enero de 2016
Evangelio del domingo: ¿NO NECESITAMOS PROFETAS?
«Un gran profeta ha surgido entre nosotros». Así gritaban en las aldeas de Galilea, sorprendidos por las palabras y los gestos de Jesús. Sin embargo, no es esto lo que sucede en Nazaret cuando se presenta ante sus vecinos como ungido como Profeta de los pobres.
Jesús observa primero su admiración y luego su rechazo. No se sorprende. Les recuerda un conocido refrán: «Os aseguro que ningún profeta es bien acogido en su tierra». Luego, cuando lo expulsan fuera del pueblo e intentan acabar con él, Jesús los abandona. El narrador dice que «se abrió paso entre ellos y se fue alejando». Nazaret se quedó sin el Profeta Jesús.
Jesús es y actúa como profeta. No es un sacerdote del templo ni un maestro de la ley. Su vida se enmarca en la tradición profética de Israel. A diferencia de los reyes y sacerdotes, el profeta no es nombrado ni ungido por nadie. Su autoridad proviene de Dios, empeñado en alentar y guiar con su Espíritu a su pueblo querido cuando los dirigentes políticos y religiosos no saben hacerlo. No es casual que los cristianos confiesen a Dios encarnado en un profeta.
Los rasgos del profeta son inconfundibles. En medio de una sociedad injusta donde los poderosos buscan su bienestar silenciando el sufrimiento de los que lloran, el profeta se atreve a leer y a vivir la realidad desde la compasión de Dios por los últimos. Su vida entera se convierte en "presencia alternativa" que critica las injusticias y llama a la conversión y el cambio.
Por otra parte, cuando la misma religión se acomoda a un orden de cosas injusto y sus intereses ya no responden a los de Dios, el profeta sacude la indiferencia y el autoengaño, critica la ilusión de eternidad y absoluto que amenaza a toda religión y recuerda a todos que sólo Dios salva. Su presencia introduce una esperanza nueva pues invita a pensar el futuro desde la libertad y el amor de Dios.
Una Iglesia que ignora la dimensión profética de Jesús y de sus seguidores, corre el riesgo de quedarse sin profetas. Nos preocupa mucho la escasez de sacerdotes y pedimos vocaciones para el servicio presbiteral. ¿Por qué no pedimos que Dios suscite profetas? ¿No los necesitamos? ¿No sentimos necesidad de suscitar el espíritu profético en nuestras comunidades?.
Una Iglesia sin profetas, ¿no corre el riesgo de caminar sorda a las llamadas de Dios a la conversión y el cambio? Un cristianismo sin espíritu profético, ¿no tiene el peligro de quedar controlado por el orden, la tradición o el miedo a la novedad de Dios?
Si quieres ser fiel a tus propias convicciones y vivir según un proyecto de vida cristiana, necesitarás a veces, una gran dosis de coraje y de valor. Tal vez lo pases mal, en algunos momentos podrás sufrir algún pequeño rechazo, pero, experimentarás la alegría de ser testigo de Jesús.
No tengas miedo a ser diferente, aunque tú no lo percibas así, aún hoy, se admira a la persona que es coherente con su fe y con sus propias convicciones."
Jesús observa primero su admiración y luego su rechazo. No se sorprende. Les recuerda un conocido refrán: «Os aseguro que ningún profeta es bien acogido en su tierra». Luego, cuando lo expulsan fuera del pueblo e intentan acabar con él, Jesús los abandona. El narrador dice que «se abrió paso entre ellos y se fue alejando». Nazaret se quedó sin el Profeta Jesús.
Jesús es y actúa como profeta. No es un sacerdote del templo ni un maestro de la ley. Su vida se enmarca en la tradición profética de Israel. A diferencia de los reyes y sacerdotes, el profeta no es nombrado ni ungido por nadie. Su autoridad proviene de Dios, empeñado en alentar y guiar con su Espíritu a su pueblo querido cuando los dirigentes políticos y religiosos no saben hacerlo. No es casual que los cristianos confiesen a Dios encarnado en un profeta.
Los rasgos del profeta son inconfundibles. En medio de una sociedad injusta donde los poderosos buscan su bienestar silenciando el sufrimiento de los que lloran, el profeta se atreve a leer y a vivir la realidad desde la compasión de Dios por los últimos. Su vida entera se convierte en "presencia alternativa" que critica las injusticias y llama a la conversión y el cambio.
Por otra parte, cuando la misma religión se acomoda a un orden de cosas injusto y sus intereses ya no responden a los de Dios, el profeta sacude la indiferencia y el autoengaño, critica la ilusión de eternidad y absoluto que amenaza a toda religión y recuerda a todos que sólo Dios salva. Su presencia introduce una esperanza nueva pues invita a pensar el futuro desde la libertad y el amor de Dios.
Una Iglesia que ignora la dimensión profética de Jesús y de sus seguidores, corre el riesgo de quedarse sin profetas. Nos preocupa mucho la escasez de sacerdotes y pedimos vocaciones para el servicio presbiteral. ¿Por qué no pedimos que Dios suscite profetas? ¿No los necesitamos? ¿No sentimos necesidad de suscitar el espíritu profético en nuestras comunidades?.
Una Iglesia sin profetas, ¿no corre el riesgo de caminar sorda a las llamadas de Dios a la conversión y el cambio? Un cristianismo sin espíritu profético, ¿no tiene el peligro de quedar controlado por el orden, la tradición o el miedo a la novedad de Dios?
Si quieres ser fiel a tus propias convicciones y vivir según un proyecto de vida cristiana, necesitarás a veces, una gran dosis de coraje y de valor. Tal vez lo pases mal, en algunos momentos podrás sufrir algún pequeño rechazo, pero, experimentarás la alegría de ser testigo de Jesús.
No tengas miedo a ser diferente, aunque tú no lo percibas así, aún hoy, se admira a la persona que es coherente con su fe y con sus propias convicciones."
José Antonio Pagola.
Extraído de http://odresnuevos.es/evangelio-domingos/evangelio-31-enero-2016/
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Evangelio domingo
jueves, 28 de enero de 2016
Sacramento de la Confirmación para jóvenes
Rogamos una especial oración por estos jóvenes en el acto culminante de su Iniciación Cristiana.
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CATEQUESIS_CONFIRMACION,
HORARIO_DE_MISAS
martes, 26 de enero de 2016
Acuerdos del Consejo Pastoral. Publicación de actas.
El Consejo Pastoral de nuestra parroquia, reunido el pasado 19 de enero, acordó los horarios de las celebraciones Litúrgicas para el Tiempo de Cuaresma de este año 2016.
- Las Misas de tarde en la Iglesia Mayor pasan a ser todas a las 20:30 horas desde el 11 de Febrero al 18 de marzo inclusives.
- Nueva Misa semanal en la Ermita de San Sebastián los Miércoles a las 19:00 horas, desde el 17 de Febrero.
- El Miércoles de Ceniza, 10 de Febrero:
- Confesiones:
- Retiro de Cuaresma: Domingo 14 de Febrero a las 17:00 h.
- Via Crucis Parroquial: Viernes 18 de Marzo a las 23:55 h.
- Domingo de Ramos, 20 de Marzo:
Actas de las reuniones del Consejo Pastoral
En la sección CONSEJO PASTORAL de esta web, tiene acceso a las actas de la reuniones así como a los documentos que se hayan aportado a las reuniones.
Horario de las estaciones de Penitencia de este año 2016
El presidente del Consejo aportó este documento detallando los horarios de este año:
- Las Misas de tarde en la Iglesia Mayor pasan a ser todas a las 20:30 horas desde el 11 de Febrero al 18 de marzo inclusives.
- Nueva Misa semanal en la Ermita de San Sebastián los Miércoles a las 19:00 horas, desde el 17 de Febrero.
- El Miércoles de Ceniza, 10 de Febrero:
- 9:00 h. Misa en la Ermita de San Sebastián
- 10:00 h. Misa en la Capilla del Cristo de la Cárcel
- 20:00 h. Misa en la Iglesia Mayor
- Celebración con niños de Primera Comunión (sin Misa):
- 16:30 h. y 18:00 en la Iglesia Mayor
- 17:00 h. en la Capilla de María Inmaculada
- Confesiones:
- Todos los Viernes de Cuaresma a partir de las 17:00 horas en la Iglesia Mayor.
- Jueves Santo, 24 de marzo, de 10:00 h. a 13:00 h.
- Retiro de Cuaresma: Domingo 14 de Febrero a las 17:00 h.
- Via Crucis Parroquial: Viernes 18 de Marzo a las 23:55 h.
- Domingo de Ramos, 20 de Marzo:
- 9:30 h. Procesión de Palmas y olivos desde la Ermita de San Sebastián y posterior Misa en la Iglesia Mayor.
- 12:00 h. Misa en la Capilla de María Inmaculada
- 20:00 h. Misa en la Iglesia Mayor
- Lunes, Martes y Miércoles Santo, 21, 22 y 23 de Marzo:
- 20:00 h. Misa en la Iglesia Mayor
- Jueves Santo, 24 de Marzo:
- 16:30 h. Misa de la Cena del Señor
- 21:00 h. Hora Santa
- Viernes Santo, 25 de Marzo:
- 9:00 h. Laudes y oficio de Lectura
- 16:30 h. Pasión del Señor
- 21:00 h. Via Crucis
- Sábado Santo, 26 de Marzo:
- 10:00 h. Laudes y oficio de Lectura
- 23:30 h. Vigilia Pascual
- Domingo de Resurrección, 27 de Marzo:
- 10:00 h. Misa en la Ermita de San Sebastián
- 11:00 h. Misa en la Iglesia Mayor
- 20:00 h. Misa en la Iglesia Mayor
Los horarios se pueden consultar siempre en la sección HORARIO DE MISAS de esta página web.
Actas de las reuniones del Consejo Pastoral
En la sección CONSEJO PASTORAL de esta web, tiene acceso a las actas de la reuniones así como a los documentos que se hayan aportado a las reuniones.
Horario de las estaciones de Penitencia de este año 2016
El presidente del Consejo aportó este documento detallando los horarios de este año:
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viernes, 22 de enero de 2016
Presentación de los niños bautizados a la Virgen
Este año sólo se celebrará la Liturgia de la Palabra y el acto de presentación de los niños a las 17:30 horas en la Ermita de San Sebastián, ante nuestra Patrona Ntra. Sra. de los Remedios (no hay Misa). Con este horario especial se intenta facilitar la asistencia de los niños, padres y padrinos.
Las velas que el día del bautizo de vuestro hijo se dieron como signo de la transmisión de la Fe, alumbrarán en esta ceremonia.
Reiteramos la invitación a participar a todos los niños y sus familias.
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Evangelio del domingo: En la misma dirección
Antes de comenzar a narrar la actividad de Jesús, Lucas quiere dejar muy claro a sus lectores cuál es la pasión que impulsa al Profeta de Galilea y cuál es la meta de toda su actuación. Los cristianos hemos de saber en qué dirección empuja a Jesús el Espíritu de Dios, pues seguirlo es precisamente caminar en su misma dirección.
Lucas describe con todo detalle lo que hace Jesús en la sinagoga de su pueblo: se pone de pie, recibe el libro sagrado, busca él mismo un pasaje de Isaías, lee el texto, cierra el libro, lo devuelve y se sienta. Todos han de escuchar con atención las palabras escogidas por Jesús pues exponen la tarea a la que se siente enviado por Dios.
Sorprendentemente, el texto no habla de organizar una religión más perfecta o de implantar un culto más digno, sino de comunicar liberación, esperanza, luz y gracia a los más pobres y desgraciados. Esto es lo que lee. «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido. Me ha enviado a anunciar la Buena Noticia a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor ». Al terminar, les dice: «Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír».
El Espíritu de Dios está en Jesús enviándolo a los pobres, orientando toda su vida hacia los más necesitados, oprimidos y humillados. En esta dirección hemos de trabajar sus seguidores. Ésta es la orientación que Dios, encarnado en Jesús, quiere imprimir a la historia humana. Los últimos han de ser los primeros en conocer esa vida más digna, liberada y dichosa que Dios quiere ya desde ahora para todos sus hijos e hijas.
No lo hemos de olvidar. La "opción por los pobres" no es un invento de unos teólogos del siglo veinte, ni una moda puesta en circulación después del Vaticano II. Es la opción del Espíritu de Dios que anima la vida entera de Jesús, y que sus seguidores hemos de introducir en la historia humana. Lo decía Pablo VI: es un deber de la Iglesia "ayudar a que nazca la liberación...y hacer que sea total".
No es difícil observar entre nosotros los rasgos más característicos del individualismo moderno. Para muchos, el ideal de la vida es «sentirse bien». Todo lo demás viene después. Lo primero es mejorar la calidad de vida, evitar lo que nos puede molestar, y asegurar, como sea, nuestro pequeño bienestar material, psicológico y afectivo.
Para lograrlo, cada uno debe organizarse la vida a su gusto. No hay que pensar en los problemas de los demás. Lo que haga cada uno es cosa suya. No es bueno meterse en la vida de otros. Bastante tiene uno con sacar adelante su propia vida.
No es posible vivir y anunciar a Jesucristo si no es desde la defensa de los últimos y la solidaridad con los excluidos. Si lo que hacemos y proclamamos desde la Iglesia de Jesús no es captado como algo bueno y liberador por los que más sufren, ¿qué evangelio estamos predicando? ¿A qué Jesús estamos siguiendo? ¿Qué espiritualidad estamos promoviendo?. Dicho de manera clara: ¿qué impresión tenemos en la iglesia actual? ¿Estamos caminando en la misma dirección que Jesús?"
Lucas describe con todo detalle lo que hace Jesús en la sinagoga de su pueblo: se pone de pie, recibe el libro sagrado, busca él mismo un pasaje de Isaías, lee el texto, cierra el libro, lo devuelve y se sienta. Todos han de escuchar con atención las palabras escogidas por Jesús pues exponen la tarea a la que se siente enviado por Dios.
Sorprendentemente, el texto no habla de organizar una religión más perfecta o de implantar un culto más digno, sino de comunicar liberación, esperanza, luz y gracia a los más pobres y desgraciados. Esto es lo que lee. «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido. Me ha enviado a anunciar la Buena Noticia a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor ». Al terminar, les dice: «Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír».
El Espíritu de Dios está en Jesús enviándolo a los pobres, orientando toda su vida hacia los más necesitados, oprimidos y humillados. En esta dirección hemos de trabajar sus seguidores. Ésta es la orientación que Dios, encarnado en Jesús, quiere imprimir a la historia humana. Los últimos han de ser los primeros en conocer esa vida más digna, liberada y dichosa que Dios quiere ya desde ahora para todos sus hijos e hijas.
No lo hemos de olvidar. La "opción por los pobres" no es un invento de unos teólogos del siglo veinte, ni una moda puesta en circulación después del Vaticano II. Es la opción del Espíritu de Dios que anima la vida entera de Jesús, y que sus seguidores hemos de introducir en la historia humana. Lo decía Pablo VI: es un deber de la Iglesia "ayudar a que nazca la liberación...y hacer que sea total".
No es difícil observar entre nosotros los rasgos más característicos del individualismo moderno. Para muchos, el ideal de la vida es «sentirse bien». Todo lo demás viene después. Lo primero es mejorar la calidad de vida, evitar lo que nos puede molestar, y asegurar, como sea, nuestro pequeño bienestar material, psicológico y afectivo.
Para lograrlo, cada uno debe organizarse la vida a su gusto. No hay que pensar en los problemas de los demás. Lo que haga cada uno es cosa suya. No es bueno meterse en la vida de otros. Bastante tiene uno con sacar adelante su propia vida.
No es posible vivir y anunciar a Jesucristo si no es desde la defensa de los últimos y la solidaridad con los excluidos. Si lo que hacemos y proclamamos desde la Iglesia de Jesús no es captado como algo bueno y liberador por los que más sufren, ¿qué evangelio estamos predicando? ¿A qué Jesús estamos siguiendo? ¿Qué espiritualidad estamos promoviendo?. Dicho de manera clara: ¿qué impresión tenemos en la iglesia actual? ¿Estamos caminando en la misma dirección que Jesús?"
José Antonio Pagola.
http://creereenti.blogspot.com.es/2016/01/evangelio-domingo-24-de-enero-de-2016-3.html
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Evangelio domingo
lunes, 18 de enero de 2016
Misa de acción de Gracias por el 450 Aniversario de la Hermandad del Santo Entierro
La Hermandad del Santo Entierro de Cristo y Ntra. Sra. de la Soledad ofrecerá una Eucaristía en Acción de Gracias por el 450 Aniversario de las primitivas reglas de la Hermandad.
Será el próximo Domingo 24 de Enero a las 20:00 horas en la Iglesia Mayor.
Será el próximo Domingo 24 de Enero a las 20:00 horas en la Iglesia Mayor.
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HERMANDADES
sábado, 16 de enero de 2016
Evangelio del domingo: Fiesta, fiesta, fiesta.
Jesús comienza su andadura pública en un contexto que, como suele pasar en los Evangelios, no es casual ni escogido al azar. Si cualquier primera vez es importante, por lo que tiene de declaración de intenciones y de anuncio del recorrido futuro, esta primera vez de Jesús en sociedad nos deja un puñado de interesantes pistas sobre lo que sería el resto de su vida y su mensaje.
Jesús acude con su madre a una boda en un pueblo cercano. Algún familiar o amigo se casa, y acude todo el mundo. Fiesta, comida, alegría, familia y momentos entrañables a montones. A las fiestas se va a disfrutar, a olvidarse por unos momentos del trabajo cotidiano y las responsabilidades. Pero si eres madre, si eres María, no puedes evitar ponerte en la piel de los anfitriones: compartes el desvelo por que todo esté bien, y haces lo que puedes para ayudar. En esa tesitura, María se da cuenta de que algo no va bien. Es su estar atenta (no para criticar, no para regodearse en los fallos ajenos), lo que va a resolver el apuro de los novios.
Dice J.A. Pagola, en su comentario de esta lectura, que los elementos básicos de esta lectura, el agua y el vino, son también símbolos en sí mismos. El agua se tenía, en las casas judías, en unas enormes tinajas de piedra. Guardada allí para usarla en el cumplimiento de las purificaciones que ordenaba la ley judía. Y Jesús decide cambiarle la categoría. Va a convertirla, por su Gracia, en lo imprescindible de todas las fiestas: el vino. En aquel momento de la historia, la presencia del vino era lo que convertía una simple reunión en una fiesta. Y sin vino, la fiesta devenía en un aburrimiento. El agua representa la antigua ley; el vino, la nueva fe. No es lo mismo agua que vino. Cuando hay pasión, alegría, empuje y fraternidad, se celebra con vino. Cuando todas estas cosas nos faltan, el vino puede darnos el empujoncito necesario para traerlas de nuevo a la vida diaria. Jesús realiza el primero de sus milagros
insistiendo en que lo que El trae es una fe que debe vivirse en comunidad, con alegría, con fiesta. Trae esos momentos únicos que permanecen en la memoria por mucho tiempo, y nos alivian de los días grises y tristones.
Así podría ser nuestra fe. La fe que nos ofrece Jesús es la de la fiesta, la de sentirse fuertes y unidos, la de la celebración del amor y la confianza en el futuro. Ese es el vino que Jesús pone en nuestra mesa. Vino que nos llenará de calor para ofrecer al desabrigado y fuerza para trabajar por los que ya no la tienen. Incluso voz para decir en alto lo que nadie quiere oír, para cantar cuando hay que ahuyentar miedo y tristeza.
Jesús empieza sus años de misión con una fiesta. Una reunión en la que, un poco a la fuerza, obligado por su madre, nos enseña qué es lo importante. Es importante creer, sí. Es importante ser testigos del amor de Dios. Es importante aprender de María a estar pendientes de lo que hace falta y tener disposición de movilizar a quien sea para que todos puedan disfrutar del banquete.
Y, con todo esto, lo más importante es la alegría. La fuerza, el empuje, el gozo, el brillo en la mirada y la disposición a celebrar. Con todos. Todos juntos.
Jesús acude con su madre a una boda en un pueblo cercano. Algún familiar o amigo se casa, y acude todo el mundo. Fiesta, comida, alegría, familia y momentos entrañables a montones. A las fiestas se va a disfrutar, a olvidarse por unos momentos del trabajo cotidiano y las responsabilidades. Pero si eres madre, si eres María, no puedes evitar ponerte en la piel de los anfitriones: compartes el desvelo por que todo esté bien, y haces lo que puedes para ayudar. En esa tesitura, María se da cuenta de que algo no va bien. Es su estar atenta (no para criticar, no para regodearse en los fallos ajenos), lo que va a resolver el apuro de los novios.
Dice J.A. Pagola, en su comentario de esta lectura, que los elementos básicos de esta lectura, el agua y el vino, son también símbolos en sí mismos. El agua se tenía, en las casas judías, en unas enormes tinajas de piedra. Guardada allí para usarla en el cumplimiento de las purificaciones que ordenaba la ley judía. Y Jesús decide cambiarle la categoría. Va a convertirla, por su Gracia, en lo imprescindible de todas las fiestas: el vino. En aquel momento de la historia, la presencia del vino era lo que convertía una simple reunión en una fiesta. Y sin vino, la fiesta devenía en un aburrimiento. El agua representa la antigua ley; el vino, la nueva fe. No es lo mismo agua que vino. Cuando hay pasión, alegría, empuje y fraternidad, se celebra con vino. Cuando todas estas cosas nos faltan, el vino puede darnos el empujoncito necesario para traerlas de nuevo a la vida diaria. Jesús realiza el primero de sus milagros
insistiendo en que lo que El trae es una fe que debe vivirse en comunidad, con alegría, con fiesta. Trae esos momentos únicos que permanecen en la memoria por mucho tiempo, y nos alivian de los días grises y tristones.
Así podría ser nuestra fe. La fe que nos ofrece Jesús es la de la fiesta, la de sentirse fuertes y unidos, la de la celebración del amor y la confianza en el futuro. Ese es el vino que Jesús pone en nuestra mesa. Vino que nos llenará de calor para ofrecer al desabrigado y fuerza para trabajar por los que ya no la tienen. Incluso voz para decir en alto lo que nadie quiere oír, para cantar cuando hay que ahuyentar miedo y tristeza.
Jesús empieza sus años de misión con una fiesta. Una reunión en la que, un poco a la fuerza, obligado por su madre, nos enseña qué es lo importante. Es importante creer, sí. Es importante ser testigos del amor de Dios. Es importante aprender de María a estar pendientes de lo que hace falta y tener disposición de movilizar a quien sea para que todos puedan disfrutar del banquete.
Y, con todo esto, lo más importante es la alegría. La fuerza, el empuje, el gozo, el brillo en la mirada y la disposición a celebrar. Con todos. Todos juntos.
A. GONZALO
Extraído de DABAR Año XLII – Número 12 – Ciclo C – 17 de Enero de 2016
Peregrinación de la Parroquia por el Jubileo de la Misericordia. Horario Especial de CONFESIONES
foto: archisevilla.org |
Será el próximo sábado 30 de Enero con salida desde nuestra localidad a las 10:00 mañana. Estamos convocados todos los feligreses de todos los grupos pastorales a participar en comunidad en esta peregrinación.
El Viernes 29 de Enero desde las 5 de la tarde en la Iglesia Mayor, los sacerdotes estarán confesando para cumplir los requisitos del Jubileo.
Para inscribirse, hay que dirigirse a la oficina parroquial. El precio del autobús es de 5€.
El Santuario de Consolación de Utrera es uno de los 6 templos de nuestra diócesis (más la Catedral) a los que se puede peregrinar en este año santo jubilar.
En la web de nuestra diócesis está toda la información, materiales litúrgicos, etc. para participar adecuadamente en la peregrinación:
martes, 12 de enero de 2016
Reparación en el altar de la Vera Cruz
La Hermandad de la Vera Cruz está acometiendo una reparación en el retablo de su altar en la Iglesia Mayor. Por este motivo las imágenes titulares, el Stmo. Cristo de la Vera Cruz, la Virgen de la Ancilla y San Juan Evangelista se han situado en el Presbiterio, en el ala del Evangelio.
La reparación va a consistir en colocar una mesa de mármol en sustitución de la madera que ha sido atacada por termitas. Se va a desmontar, limpiar y solar la parte inferior.
El tiempo estimado de la actuación es de una semana.
La reparación va a consistir en colocar una mesa de mármol en sustitución de la madera que ha sido atacada por termitas. Se va a desmontar, limpiar y solar la parte inferior.
El tiempo estimado de la actuación es de una semana.
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HERMANDADES,
TEMPLOS
domingo, 10 de enero de 2016
Teatro a beneficio de la Parroquia
Se pondrá en escena en el teatro de la Villa del Conocimiento y las Artes el 15, 16, 17, 22, 23 y 24 de enero de 2016 siendo los viernes a las 21:30 y los sábados y domingos a las 18:00. El precio de la entradas será de 10 euros y se pueden adquirir en:
- Oficina Parroquial
- Cerámicas Hernández
- Farmacia-Óptica Marchenilla
- Papelería Hermanas Anaya
Como en otras ocasiones la compañía de L'Atajea se pone a disposición de la Parroquia, por lo cual sus sacerdotes en nombre de todos los feligreses les agradecen siempre su desinteresada colaboración.
sábado, 9 de enero de 2016
Confirmación de Adultos
La Santa Misa será en la Iglesia Mayor a las 20:00 horas.
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Evangelio del domingo: Bautismo del Señor
Nos encontramos con un Jesús que sale de su casa, que renuncia a su vida judía predestinada y se adentra en el desierto en búsqueda de su verdadera misión. Él no sabe de lo que será su vida, más que lo que yo sé que me espera mañana (eso si Dios quiere).
En su soledad, oración y búsqueda, llega a orillas del Jordán, símbolo de la frontera de la Tierra Prometida al pueblo judío, y allí, fuera de la Alianza, fuera del orden establecido, fuera de lo
“querido por el Dios de sus padres”, encuentra a Juan, su primo lejano, anunciando la conversión, la vuelta a Dios no en el Templo y sus sacrificios, sino en el desierto, fuera de esa Tierra Prometida, reconociendo los pecados, siendo purificados por un rito, para poder volver el corazón a Dios y reemprender la transformación de Israel, la renovación limpia de la Alianza.
A Jesús le llegan sus palabras como un soplo fresco, como una misión que él anda buscando: volverse a Dios.
Los ritos con agua son típicos de la religión judía, pero ha llegado desde otros pueblos cercaos la costumbre de la inmersión como rito purificador. El bautista va más allá y lo realiza en agua que corre, no en agua recogida en piscinas, o en tinajas sino en agua viva.
En estas circunstancias se acerca Jesús para recibir el bautismo.
Juan, reconociendo en Jesús lo que él todavía no ve, se muestra indigno pero accede y he aquí que surge esa manifestación directa de Dios que pone a Jesús en su verdadera vocación: “…Este es mi hijo amado, en quién me complazco…”
Muchas veces son otros los que ven en nosotros lo que nosotros somos incapaces de ver. Todos tenemos o hemos tenido un “Juan bautista” que nos ha ayudado a ver, que ha visto más allá, que ha puesto su confianza en nosotros y nos ha acercado a Dios, a nosotros mismos, a nuestra verdad.
Otras veces hemos experimentado, como Jesús, la presencia del Espíritu que nos anima, empuja y alienta en momentos de crisis.
Esa fuerza de Dios que nos dice: tú eres mi hijo amado, en ti me complazco, ¡vamos! ¡sigue adelante! ¡vas bien! ¡no tengas miedo!
Y esta experiencia, en ocasiones, también nos lleva al desierto, pero no al aislamiento o la soledad, sino a la oración, al discernimiento y a la alegre pero gran responsabilidad de tomar mi vida en mis manos y ponerla en las suyas. Como hizo Jesús.
Seguro que somos capaces de ver en nuestras experiencias cómo el Evangelio cobra vida.
Si no es así, todavía estamos instalados en la Tierra Prometida de la antigua Alianza.
No hemos cruzado el Jordán del agua viva.
En su soledad, oración y búsqueda, llega a orillas del Jordán, símbolo de la frontera de la Tierra Prometida al pueblo judío, y allí, fuera de la Alianza, fuera del orden establecido, fuera de lo
“querido por el Dios de sus padres”, encuentra a Juan, su primo lejano, anunciando la conversión, la vuelta a Dios no en el Templo y sus sacrificios, sino en el desierto, fuera de esa Tierra Prometida, reconociendo los pecados, siendo purificados por un rito, para poder volver el corazón a Dios y reemprender la transformación de Israel, la renovación limpia de la Alianza.
A Jesús le llegan sus palabras como un soplo fresco, como una misión que él anda buscando: volverse a Dios.
Los ritos con agua son típicos de la religión judía, pero ha llegado desde otros pueblos cercaos la costumbre de la inmersión como rito purificador. El bautista va más allá y lo realiza en agua que corre, no en agua recogida en piscinas, o en tinajas sino en agua viva.
En estas circunstancias se acerca Jesús para recibir el bautismo.
Juan, reconociendo en Jesús lo que él todavía no ve, se muestra indigno pero accede y he aquí que surge esa manifestación directa de Dios que pone a Jesús en su verdadera vocación: “…Este es mi hijo amado, en quién me complazco…”
Muchas veces son otros los que ven en nosotros lo que nosotros somos incapaces de ver. Todos tenemos o hemos tenido un “Juan bautista” que nos ha ayudado a ver, que ha visto más allá, que ha puesto su confianza en nosotros y nos ha acercado a Dios, a nosotros mismos, a nuestra verdad.
Otras veces hemos experimentado, como Jesús, la presencia del Espíritu que nos anima, empuja y alienta en momentos de crisis.
Esa fuerza de Dios que nos dice: tú eres mi hijo amado, en ti me complazco, ¡vamos! ¡sigue adelante! ¡vas bien! ¡no tengas miedo!
Y esta experiencia, en ocasiones, también nos lleva al desierto, pero no al aislamiento o la soledad, sino a la oración, al discernimiento y a la alegre pero gran responsabilidad de tomar mi vida en mis manos y ponerla en las suyas. Como hizo Jesús.
Seguro que somos capaces de ver en nuestras experiencias cómo el Evangelio cobra vida.
Si no es así, todavía estamos instalados en la Tierra Prometida de la antigua Alianza.
No hemos cruzado el Jordán del agua viva.
CONCHA MORATA
Extraído de DABAR Año XLII – Número 11 – Ciclo C – 10 de Enero de 2016
Diálogo Interreligioso
Que el diálogo sincero entre hombres y mujeres de diversas religiones, conlleve frutos de paz y justicia.
Papa Francisco
Enero 2016
Papa Francisco
Enero 2016
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