jueves, 7 de marzo de 2013

Triduo al Cristo de la Humildad y Via Crucis extraordinario

La Hermandad del Stmo. Cristo de la Humildad y Ntra. Sra. de los Dolores celebra el triduo cuaresmal en honor al Stmo. Cristo durante los días 8, 9 y 10 de Marzo, comenzando a las 20:00 horas con el Sto. Rosario y ejerccio del Triduo y la Santa Misa a las 20:30 horas.

Via Crucis

Con motivo de la celebración en este año del Centenario de la reorganización de la Hermandad, el Cristo celebrará el rezo del Via Crucis de forma extraordinaria.
La imagen del Stmo. Cristo saldrá el Viernes 8 (primer día del triduo) al finalizar la Santa Misa por el siguiente recorrido: Real, Pza. Alconchel (con visita a la residencia de mayores), Ancha, Esclava, San Bartolomé, León XIII, Ancha, Tomás de Paz, peana de la Iglesia, Daoiz y entrada.


lunes, 4 de marzo de 2013

Se aplaza para Abril la sesión de formación de este mes

El próximo Miércoles 6 de Marzo NO HABRÁ sesión de Formación del Año de la Fe.

La correspondiente al mes de Marzo se programará para el miércoles 17 de Abril.

domingo, 3 de marzo de 2013

TERCER DOMINGO DE CUARESMA: EN SU ECUADOR.

En la vida siempre me he movido por una opción realista. Al conocer a Jesucristo, así lo considero yo personalmente, también lo considero una persona realista.
Jesucristo deja muy claro que este mundo no cambiará sin que nosotros cambiemos. Y de ahí su reiterada y contundente llamada a la conversión, al cambio de vida.
La realidad es como es y no como quisiéramos que fuera.
A Jesucristo no se le iba por alto que muchos de los que se agolpaban para escucharle y hasta estrujarlo, cuando se daban media vuelta, las palabras que Jesucristo les había dirigido le entraban por un oído y le salían por el otro sin hacerle mella alguna.
Y no hay que irse muy lejos porque esta es la experiencia, hablo de mi persona, que yo por desgracia he tenido en muchas ocasiones.
Las personas no reaccionaban como era el deseo de Jesucristo. Y Él va a insistir antes que sea tarde.
De la parábola del Evangelio de hoy, la de la higuera plantada en medio de la viña, me atrae y conmueve la postura del encargado de la viña. El propietario tiene una clave simplemente económica. La higuera ocupa un sitio y no echa frutos, pues a arrancarla toca. ¿Anda que si con nosotros nuestros padres y profesores y mayores hubieran procedido de esta manera? Yo nunca tiré la toalla por nadie porque nunca la han tirado conmigo empezando por Dios.
Pero el agricultor tiene una maravillosa idea, una reacción inesperada. Podría haber dicho: ¡Pues bien a arrancarla y un trabajo menos! Pero no, fue genial y le dijo al propietario de la viña, al manchonero de turno, ¿Por qué no dejarla todavía? Yo la he vistto crecer, la he cuidado y no la quiero ver morir. ¡Pues esto es lo que hay que hacer con las personas. Las hemos visto crecer, las hemos cuidado y no las podemos dejar morir.
Y en este punto me acuerdo de Trini, la madre de Domingo y Remedios que vivían en la Barriada junto a la capilla, como luchó aquella mujer, con escasos recursos de todo tipo, para no ver morir a sus hijos. Me acuerdo de la vez que le facilité todo lo necesario para ir a ver a su hijo que estaba en la cárcel. ¡Cómo se aprendió todos los horarios, autobuses y trámites para verle semanalmente!
Pues ahí está. Jesucristo es nuestro agricultor que nos dedica todo el fruto de su tiempo, nos mima con sumo cuidado, porque no nos quiere ver morir. Espera de nosotros el que demos fruto de vida, de amor y justicia.
Somos nosotros los que decidimos nuestra suerte final. Y hay personas que necesitan mucho afecto y cariño para no perderse en la vida. Jesucristo ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.
En la Iglesia, en cada pequeña comunidad parroquial, en la que además de celebrar cultos y tener catequesis y hermandades y multitud de instituciones, algunas de las cuales son un estorbo, lo que no puede faltar son discípulos de Jesucristos con la actitud del viñador: ¡No arranques la higuera, no tires la toalla con esta persona. Vamos a darle mucho cuidado y cariño y esperemos que de fruto! ¿Acaso no tenemos esta experiencia en nuestra vida con determinadas personas ante temas como las toxicomanías y el alcoholismo u otras adiciones?
Nos falta un corazón nuevo, una respuesta responsable y decidida a la llamada de Jesucristo.
¡Jesucristo como el encargado de la viña no se cansa de cuidar de nosotros!
Vamos a mandar a la puñeta de una vez la imagen e idea de un Dios inquisidor que hace que muchas personas vivan abrumadas, con conciencia culpable.
Jesucristo nunca pide un fruto que no podamos dar, no nos pide imposibles. Y tiene siempre una tierna paciencia. Jesucristo siempre está dispuesto a darnos una nueva oportunidad y sigue confiando en nosotros, en cada uno de nosotros por mucha calamidad que hayamos sido o seamos aún.
Jesucristo quiere vernos crecer y que demos lo mejor que llevamos dentro, sin miedo al riesgo, sin quedarnos en la mediocridad por costumbre, pereza o rutina.
En mi caso, y es una pregunta que propongo: ¿Cuánto tendrá que esperar Jesucristo para ver el fruto?
Jesucristo nos acompañará siempre con cariño, paciencia y dedicación y nos garantiza el triunfo final, a pesar de las dificultades del camino de la vida.
Un saludo amigo.

sábado, 2 de marzo de 2013

EVANGELIO DEL DOMINGO: Segundas oportunidad

Y les dijo esta parábola: «Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: “Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde?” Pero el viñador contestó: “Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortarás”».



LECTURAS DEL DOMINGO: Se buscan disidentes con ilusión


Podemos considerar a Moisés como uno de los grandes místicos de la historia. Sus experiencias espirituales son extraordinarias. Los sacerdotes egipcios y los especialistas de la época quedaban anonadados, no estaban a la altura de aquel disidente que regresaba transformado del desierto. Lo que sorprende es el contenido de su revelación particular, Dios le explica a Moisés algo que él ya sabe: los israelitas viven oprimidos por los egipcios. No era necesario cruzar el desierto y subir al Horeb para descubrir esto. La situación de los hebreos era conocida por todos. Pero quizá no todos eran conscientes de que Dios también lo sabía y no estaba, precisamente, de acuerdo.
La gran revelación del Horeb no es un conocimiento nuevo, no es la transmisión de una verdad escondida y reservada. La novedad es dar a conocer que Dios no tolera la opresión, más aún, toma partido en favor de las víctimas de la injusticia. El Todopoderoso no está en el bando de los dominadores sino en el de los oprimidos. Y va a poner todos los medios para que esa situación cambie, por eso, llama a Moisés para que libere al pueblo de la opresión.
Lo que más llama la atención es el medio del que se vale Moisés para ejercer su liderazgo. El liberador de Israel moviliza a todo el pueblo a partir de una ilusión, de una esperanza: llegar a la Tierra
Prometida. ¡Qué importante y necesario es esto! Porque estar ilusionadas implica estar motivadas, que hay algo que nos empuja a vivir. Implica que estamos interesadas por la vida y por el mundo, y por esta razón nos comprometemos con la realidad. La ilusión marca una meta hacia donde dirigirnos. De este modo, abandonamos el lamento, la queja, el desencanto, el inmovilismo estéril para comprometernos plenamente en la construcción de nuestro porvenir como individuos y como pueblo. Estar ilusionadas o ilusionados es vivir intensamente la vida y, por tanto, ser plenamente humanos.
Nadie duda del peligro de las ilusiones, pueden ser un elemento que mantiene a las personas e incluso a los pueblos en un estado infantil, ya que la ilusión se antepone a la racionalidad, entonces el ser humano se vuelve iluso, cándido, crédulo. También pueden servir para evadir de una realidad que no resulta agradable y sumergir en un delirio más o menos querido; o peor, al rechazar el presente la persona se instala en un futuro que nunca será, con lo cual acaba generando la peor de las frustraciones al no ver nunca logrados sus propósitos...
Por tanto, una ilusión puede ser un espejismo muy peligroso que nos desorienta y nos hace perder por el desierto. O, por el contrario, nos indica el sentido de nuestro viaje; la brújula que nos guía en la exploración de las veredas de la vida; una imagen anticipada de la meta hacia la que nos dirigimos. Hace falta una ilusión para tener un referente que oriente y motive la construcción de una sociedad mejor y qué duda cabe, que nuestra sociedad actual está carente de líderes y, sobre todo, de líderes disidentes del sistema que aporten ilusión.
La ilusión no nace en el vacío sino que es engendrada por un deseo que, a su vez, nace de una necesidad capaz de hacer salir al ser humano de sus letargos y lo espolea para vivir intensamente. La ilusión nos hace confiar que existe respuesta a nuestra precariedad. Por eso es un estímulo que nos empuja a avanzar. El pueblo de Israel desencantado, sin la esperanza en una Tierra Prometida, es más fácil de someter, más fácil que caiga en las trampas de la magia (becerro de oro) o más fácil que se conforme con las migajas de la vida (los ajos y cebollas de Egipto).
El deseo de liberar a los israelitas y de conducirlos hasta la Tierra Prometida es la ilusión que mueve a Moisés. Tiene el coraje suficiente para cruzar el desierto y dirigir a un pueblo numeroso, porque en su corazón hay una esperanza que lo fortalece. Puede afrontar las dificultades y los peligros porque su vida tiene un sentido.
Sin miedo a exagerar cabe decir que sin ilusión o, mejor aún, sin capacidad para ilusionarnos no podremos llegar a ninguna parte, de ahí la invitación en esta cuaresma a la conversión y, tal vez, la conversión hoy tiene nombre de ilusión, que no es lo mismo que hacerse ilusiones sino tener la ilusión de que un mundo mejor es posible y luchar por ello.
MARI CARMEN MARTÍN
Extraído de DABAR  Año XXXIX – Número 17 – Ciclo C – 3 de Marzo de 2013


UNER: Bendición de un cuadro y una reliquia del beato Manuel González

El próximo lunes a las 20:00 horas en la misa se bendecirá el cuadro y la reliquia del beato Manuel Gonzalez.


viernes, 1 de marzo de 2013

"Sonidos de la Pasión" por la Hermandad de la Vera Cruz

El domingo 3 de marzo a las 12 de la mañana, en el Teatro de la Villa del Conocimiento y las Artes, se realizará el certamen de “Sonidos de la Pasión”, organizado por la Hermandad de la Vera Cruz.

Intervendrán musicalmente la Agrupación Musical Cristo de la Buena Muerte de Ayamonte y los saeteros Juan Domínguez Castulo, Antonio Morillo, José Ortega Machaco y Paco Morillo Castro.