Ahora más que nunca, como anuncia el cartel de este año, necesitamos la colaboración de todos, en estos tiempos de crisis económica, donde son cada vez más las familias que acuden a la oficina de Cáritas para solicitar ayuda, y está en manos de todos que esta ayuda la podamos ofrecer.
Por esto, invitamos a todo el que desee colaborar en la campaña a que esté a las 10:30 horas del domingo 13 de diciembre en la puerta de Cáritas Parroquial de Mairena en la C/ Ancha nº 41. Todas las manos que podamos unir serán pocas para ayudar en esta tarea.
MENSAJE DE CÁRITAS DIOCESANA PARA EL ADVIENTO 2009
Los valores definen el modelo de persona y sociedad, por lo que cambiarlos y renovarlos nos permite impulsar nuevos modos de convivir. El consumismo, el individualismo, la superficialidad materialista, la competitividad, el pragmatismo, el egoísmo, los fundamentalismos... son algunos de los valores que predominan en nuestra sociedad. Hoy en día, el dinero es el gran amo y señor de nuestras vidas, todo lo que toca lo transforma, como el rey Midas, hasta hacernos perder la vista empequeñeciendo nuestro horizonte y reduciendo nuestro mundo a "yo, mí, me, mío, conmigo".
A través de su campaña de Navidad, Cáritas llama a un cambio y cultivo de valores distintos. Porque sentimos que los valores de la comunión, la participación, la diversidad y la gratuidad, puestos en juego, pueden contribuir a estimular actitudes personales y colectivas que fomenten la unión, la fraternidad, la acogida, la solidaridad y la gratuidad. Es posible cambiar la escala de valores que domina en nuestra sociedad y elegir otros parámetros que den un nuevo sentido a la vida, a la propia y a los demás. Un estilo de vida basado en el ser, en el reconocimiento de cada persona como ser único, sagrado, merecedor de todas las oportunidades y bondades para ser feliz.
Especialmente en estos tiempos de Adviento, de esperanza honda y entrañable en que se anuncia la venida de nuestro Salvador, a las puertas ya de la Navidad, Cáritas llama a resistir frente a la tentación del despilfarro y el consumismo sin sentido, y apela a la solidaridad de nuestras comunidades cristianas en el recuerdo de todas las personas y familias que, entre nosotros, están viviendo momentos duros y difíciles.